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| Mujer en fuego - Guayasamin |
CUANDO ME BESES
Cuando me beses
mi cuerpo será un diluvio
un océano desbocado
y no pienso
construir un arca
que me salve
de ahogarme en vos
a las dudas y sus fantasmagorías,
a las expectativas que como sombras
se yerguen fabulando horizontes,
a las máscaras,
a los embalsamados temores
-a todos y cada uno
de esos animales feroces
que nos mastican el alma-
pienso expulsarlos lejos
abrirles las jaulas
y dejar que se extravíen
en la humedad de mis ansias
ya lo dijo Thales de Mileto:
"en el origen de todo está el agua"
por eso,
cuando me beses
pienso no pensar
pienso zambullirme en vos
entregarme sin más
al naufragio
“EXHORTACIÓN”
Con la delicadeza
de quien anhela patearte ahí
justo ahí
en el costado indómito e izquierdo
desbordado de pálpitos y deseo
te digo
me repito:
¡basta!
¡Basta de lavarnos los pies
en palanganas de teorías
y cubrirnos las rodillas
con curitas de ironía
por si ...al tropezar
nos enredamos!
¡Basta de sacar a pasear al ingenio
como perro del hortelano
y obligarlo a defecar
jaurías de palabras
por si...al callarnos
suspiramos!
Seamos lo que deseamos ser
¡Seamos táctiles!
¡Dejémos que uñas, dientes y saliva,
que todo lo cóncavo y convexo
que configura nuestra geografía,
hable, de una buena vez, de nosotros,
diga, por fin, quiénes somos!
“PENÉTRAME CON TU IRONÍA...”
¡Penétrame con tu ironía!
No me dejes caer en la tentación
de creer que esto es algo más
que un juego.
Un inocente y sagaz juego
en el que el deseo
nos hace patear el tablero
mudar ropas por besos
treparnos ligeros de equipaje
treparnos ligeros de equipaje
de reclamos y de sueños
a este tren que nos atraviesa
que nos lleva a ninguna parte
a ese tiempo sin espejos
en el que todo lo que
debemos ser se olvida
y no somos más que
dos ávidas densidades
abiertas al más precario
y elemental misterio
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